¡Hola! Ahora sí que sí, de vuelta a la normalidad. Después de Reyes ya podemos decir que se ha acabado y podemos volver a centrarnos en la rutina y en todo lo que queremos hacer este 2017, para mi hasta que no ha pasado la noche más mágica del año es como que no he pasado de un año a otro, como que no he vuelto a la realidad porque haces de todo menos lo cotidiano. Es hora de valorar y pensar en lo que vas a hacer este año y una de las cosas que quiero seguir haciendo es andar y estar en contacto con la naturaleza porque sienta muy bien.

Me gusta tanto andar que  esta afición me ha llevado a interesarme por viajar a lugares dónde la naturaleza es la protagonista y desde que tengo tres sobrinos con los que paso mucho tiempo me interesa hacer actividades con ellos y viajar. Parte de la excursión que hoy os enseño se puede hacer perfectamente con niños ya que tiene un camino que va alrededor del embalse, es muy fácil de transitar y los niños quedan encantados. Viajar con niños es otro concepto y por ejemplo nos planteamos ir a un parque natural como http://airanatura.com/ de esta manera se puede  compartir con los más pequeños todo tipo de actividades en plena naturaleza, es una forma de acumular todo tipo de experiencias con actividades de todos los gustos y edades.

¿Qué os parece?

Y seguimos con la excursión, el sábado pasado para combatir los excesos y pasar un día en plena naturaleza, nos fuimos hacia la Sierra de Tramuntana dónde hicimos una excursión preciosa en un entorno de una belleza increíble. Me quedaron varias cosas claras con esta excursión y es:

1.-Que necesito volver a la rutina de caminatas diarias- aunque el que tuvo retuvo, pero se notaron los excesos-.

2.- Que no hace faltar ir lejos para ver paisajes increíbles y

3.- Que necesito nuevas zapatillas.

Ni que decir tiene que he empezado el lunes con una caminata de hora y media antes de ir a trabajar, a las siete ya estaba en marcha.

Nos dirigimos hacia la finca del Cúber porque desde allí y por esa zona se pueden hacer muchas excursiones de montaña y no podíamos haber acertado más. El embalse  del Cúber estaba precioso, brillaba el sol y podíamos ver las montañas reflejadas en el embalse, hacía mucho frío pero una vez en movimiento y con los rayos de sol, la verdad es que se estaba muy bien. 

Disfruté muchísimo con la excursión y eso que cuando desperté no me hubiera movido de la cama en todo el día pero cuando te pones en movimiento la cosa cambia. Por eso os animo a que la pereza no os venza porque cuando estás en marcha esa pereza se diluye y no te arrepentirás, se duerme mejor, te encuentras muy bien, además es un momento que valoro mucho porque mientras andas y disfrutas del paisaje, también es un momento precioso para conversar y ponerte al día con los amigos o con tu pareja.

La mayoría de las fotos son del Cúber más que de la excursión e incluso hay una de lejos del Gorg Blau pero es que estuvimos un buen rato haciendo fotos y luego cuando nos pusimos a caminar en serio preferí concentrarme en el paisaje, en andar y hablar.